PANEL 33: ESTADO DE LA CIENCIA HOY. GENERALIDADES

 


En documentos científicos España es la décima potencia mundial, según el SCImago Journal & Country Rank (SJR), cuyo ranking encabeza EEUU (este índice mide la calidad científica de una publicación mediante Scopus, la mayor base de datos de artículos científicos del mundo, que extrae citas de artículos de más de 34.100 revistas de más de 5.000 editores internacionales y analiza su procedencia). Según este informe, los investigadores españoles han publicado más de 1,25 millones de documentos científicos en dos décadas. En términos porcentuales, cerca del 3% de todas las publicaciones científicas del mundo. Una cifra que supera la producción de países como Australia, Corea del Sur, Rusia y Holanda. Este dato, nos sitúa como un destino de interés a la hora de formar investigadores en el ámbito de la ciencia. Casi la mitad de los documentos científicos producidos por españoles se escriben en colaboración con investigadores de otros países: En concreto, en 2015, el 47% de los documentos científicos firmados por españoles eran colaboraciones, según los Indicadores del sistema español de Ciencia, Tecnología e Innovación 2017. Esto significa que el 7,7% de las colaboraciones mundiales llevan la firma de un investigador español. La mayor parte de los documentos están relacionados con la medicina, seguidos de la bioquímica, la genética y la biología molecular.

En Tecnología y Ciencia, España es el cuarto país de la OCDE con más graduados en disciplinas tecnológicas o STEM (Science, Technology, Engineering and Math; en español, ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas), por detrás de Alemania, Austria y Estonia. En 2015, el 26% de los graduados de educación terciaria en España obtuvieron una titulación en las áreas STEM. Esta cifra es mayor que la media de los países OCDE (23%), siendo incluso mayor la diferencia entre los graduados en programas de doctorado: 50% en comparación con el 43% de los países OCDE.

En investigación y producción científica contra el VIH, España es puntera en ámbitos concretos (por ejemplo, en el estudio del VIH -virus de inmunodeficiencia humana-, identificado en 1983 y responsable de una de las pandemias mundiales más destructivas, con más de 40 millones de fallecidos y más de 37 millones de afectados actualmente según la Organización Mundial de la Salud). La revista Viruses consideró en 2018 que el impacto de las publicaciones de equipos españoles sobre el VIH es el tercero más importante de Europa, financiadas principalmente por la administración pública nacional y europea junto a empresas farmacéuticas. Sólo en 2016, los equipos españoles publicaron 404 trabajos sobre el VIH en revistas con factor de impacto alto, como AIDS, Clinical Infectious Diseases y Journal of Antimicrobial Chemotherapy, lo que supone una contribución fundamental para el conocimiento de la enfermedad y la mejora de los tratamientos.

Las tres instituciones españolas más influyentes en este ámbito son el Hospital Carlos III de Madrid, el Hospital Clínic de Barcelona y el Instituto de Investigación IrsiCaixa (Instituto Catalán de Investigación y Estudios Avanzados, ICREA). En este último centro es investigador Javier Martínez-Picado, el español que ha liderado recientemente el segundo caso de curación del VIH, en Londres.

En cuanto a la participación de la mujer, España destaca también por su avance en los campos científicos y tecnológicos. De hecho, es el tercer país de la Unión Europea con más mujeres investigadoras: 85.759, por detrás de Reino Unido (191.774) y Alemania (164.095), según el informe She Figures publicado por la Comisión Europea en 2019. Además, somos el cuarto país de la OCDE con mayor porcentaje de mujeres científicas e ingenieras en sectores de alta tecnología.


Los diferentes gobiernos de la democracia, desde la transición (1975-1978) hasta la actualidad, se encontraron con la necesidad de potenciar las instituciones científicas, especialmente la coordinación de las instituciones públicas (universidades, centros de investigación, nuevas instituciones creadas por las Comunidades Autónomas) con las empresas privadas, cuya participación en el esfuerzo investigador era muy inferior al de los países desarrollados con los que la economía española estaba convergiendo (OCDE). La planificación científica se pretendía hacer de forma acorde con los nuevos planteamientos de integración I+D o I+D+I (investigación y desarrollo o investigación, desarrollo e innovación), especialmente con el proceso de integración en las Comunidades Europeas (1986, año de la Ley de Fomento y Coordinación de la Investigación Científica y Técnica o Ley de la Ciencia, que ha dado nombre a una generación de investigadores).

Para la primera década del siglo XXI, se ha llegado a hablar de la Nueva Edad de Plata de España, sostenida en un incremento de las inversiones cuya dudosa continuidad a partir de la crisis de 2008 ha generado un debate político con participación de la élite científica. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

EXPOSICIÓN CIENCIA, EXILIO Y DEMOCRACIA 2022 AFEReM

MUSEO DE LA UNIVERSIDAD DE MURCIA DE 10 DE FEBRERO A 10 DE MARZO DE 2022 Horario para visitas guiadas: 10:00 a 13:00 y 17:00 a 20:00, de lun...